Hace no mucho tiempo vieron la luz los resultados de una curiosa investigación: ¿en qué países hay más bandas de metal per cápita? Es decir, qué país tiene más bandas en proporción al número de habitantes que lo forman. La respuesta, esta vez, no es nada contraintuitiva. Porque sí, amigos y amigas, la nación más metalera del mundo se llama Finlandia. En concreto, 630 bandas por cada millón de ciudadanos. Brutal, ¿verdad? Pues hoy queremos hablaros de una de las más populares actualmente: los inclasificables Children of Bodom.
Y decimos inclasificables porque la banda de Espoo es bastante escurridiza a todas esas etiquetas que tanto nos gustan a los amantes de la música, la prensa y los blogueros: power metal, heavy metal, death metal… Todas les encajan y al mismo tiempo ninguna lo hace. Es más, el propio Alexi Laiho, vocalista y fundador de la banda, dijo en una ocasión que renegaba de cualquier etiqueta. Deseaban sentirse libres más allá de los corsés conceptuales de un género. Y vaya si lo han conseguido. ¿Alguien puede negar que Children of Bodom tiene sonido propio?
En este artículo vamos a explorar algunos de los álbumes que conforman su trayectoria, extendida desde 1993 hasta la actualidad. De hecho, este pasado marzo salió al mercado Hexed, el décimo álbum en la discografía de Children of Bodom. ¡Están más vivos que nunca!
Children of Bodom – Hatebreeder
Tras un prometedor álbum debut llamado Something Wild, con el que conquistaron la escena underground metal finlandesa, Children of Bodom volvía al ataque con este Hatebreeder de 1999. A pesar de la juventud de la banda, puede apreciarse una tremenda evolución musical entre un trabajo y otro. Aquí se respira más melódico, mucho más sentimiento, pero sin perder aquella energía desbordante del primer disco. Fruto de esa combinación, este disco nos dejó canciones para el recuerdo como Downfall, Silent Night o Bodom Night. No te lo pierdas.
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Children of Bodom – Follow the Reaper
Tenían hambre, muchísima hambre, Alexi Laiho y compañía en aquellos primeros años de vida de la banda. Solo había pasado un año desde que parieran aquel Hatebreeder, considerado por buena parte de la crítica como uno de sus discos cumbre, cuando decidieron encerrarse en el estudio y regalarnos otro álbum: Follow the Reaper. ¿Y sabéis qué? Este tercer disco no solo está considerado entre los mejores de la banda, sino que para muchos expertos y seguidores de Children of Bodom es, de hecho, su mejor trabajo. Flipad con aquel Everytime I Die.
Children of Bodom – Hate Crew Deathroll
En esta ocasión, la banda de Espoo se tomó un poquito más de tiempo para volver al combate. Quizá porque, tras aquel tercer discazo, los integrantes de Children of Bodom sentían mucha presión para cumplir las expectativas que habían generado en todo el mundo. El resultado, tres años después, fue Hate Crew Deathroll, un álbum que supuso una especie de viaje al pasado para la banda. Y es que su respuesta ante tanta expectativa fue regresar a un sonido menos complejo, más puramente metalero, más similar al álbum debut que a los dos siguientes.
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Children of Bodom – Halo of Blood
A aquel Hate Crew Deathroll le siguieron el Are You Dead Yet?, el Bloodrunk y el Relentless Reckless Forever, tres de los álbumes menos laureados de Children of Bodom. Aunque hay tantísimos gustos como personas hay en el mundo, en líneas generales los seguidores de la banda no quedaron tan satisfechos con estos trabajos como con los primeros discos. Hasta que llegó Halo of Blood en 2013. La banda finlandesa recuperó en estas 10 canciones buena parte de la energía que les caracterizaba: los riffs ahogados, las complejas melodías… Y lo mejorarían aún más en trabajos posteriores. Parece que queda Children of Bodom para rato.