Amantes de los cambios y las evoluciones aparte, la inmensa mayoría de metaleros adoran, por encima de todo, los primeros años de WASP. La banda liderada por Blackie Lawless (ese todoterreno de 62 años capaz de cantar, tocar la guitarra y tocar el bajo) ha ido teniendo sus bajadas y subidas en los últimos quince años. Ha habido, por supuesto, muy buenos discos últimamente. Golgotha, de 2015, o Babylon, de 2009, son dos ejemplos muy claros de que WASP sigue conservando la chispa que los elevó tan alto. Pero, para muchos, los inicios son inigualables.
Durante los primeros ocho años, la banda californiana de Heavy Metal sacó al mercado álbumes de la calidad de WASP, The Last Command, The Headless Children o The Crimson Idol. Como decimos siempre, cuando hablamos de niveles musicales tan refinados, los podios son cuestión de gustos. Para nosotros, ha quedado claro, aquellas incursiones iniciales conforman lo más preciado de la discografía de WASP. Sea como sea, los chicos de excesos de Los Ángeles nunca perdieron, ni perderán, aquel sonido y aquella lírica tan provocadora que los define.
Hemos realizado una selección con algunas de las canciones más populares de la banda. WASP tiene hasta quince discos de estudio, así que hemos decidido acotarlo a esos discos de los ochenta y principios de los noventa que tanto gustan en nuestra redacción. A los álbumes de WASP que le catapultaron a la fama hace unas décadas.
WASP – Animal (Fuck Like a Beast)
Animal (Fuck Like a Beast) fue el primer single de WASP. Aquellas actitudes tan polémicas que tenía la banda en los directos (como llevar modelos semidesnudas en máquinas de tortura o arrojar carne cruda al público) se extrapolaron a este primer tema. Tanto en la portada como en la lírica. “Me corro, me corro, siento tu amor”. Por eso la discográfica les obligó a quitarlas del álbum homónimo debut. Fue incorporada en la reedición de 1998.
WASP – I Wanna Be Somebody
El primer sencillo oficial de aquel álbum debut. Cargadísimo de la energía característica de W.A.S.P, pero bastante menos controvertido. “Quiero coches brillantes y dinero sucio. Mucho Rock and Roll. Viviré en la fama y moriré en llamas. Nunca voy a envejecer”. Las costuras Hard Rock asomando como siempre tras sus canciones. Uno de esos temas que jamás nos cansamos de escuchar. ¡Y han pasado 35 años!
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WASP – LOVE Machine
Sí, LOVE Machine también estaba contenida en ese primer disco homónimo. Lo reconocemos: aunque de manera global tenemos varios álbumes favoritos de WASP, las canciones más top para nosotros están aquí escondidas. “Esa senda de corazones rotos, todos ellos me pertenecen. La magia corre por mis dedos. Un toque, ya verás”. El tema sexual es constante en la discografía de estos desvergonzados. Pero en esta canción lo bordan al máximo.
WASP – Wild Child
Cambiamos, ahora sí, de álbum. Del WASP al The Last Command, publicado tan solo un año después, en 1985. La banda liderada por Blackie Lawless continuó la senda conceptual y estética de perversión sexual y apocalipsis. Esta, en concreto, Wild Child, es una de las más emblemáticas del grupo, con un solo espectacular para el recuerdo. No es una de las más cañeras de WASP, eso sí, pero recomendamos escucharla al menos 20 veces.
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Wasp – The Idol
Saltamos Inside the Electric Circus y The Headless Children para desembocar directamente en The Crimson Idol. Buena parte de la crítica lo considera, junto al inmediatamente anterior, la cumbre del Heavy Metal de W.A.S.P. Se trata de un álbum conceptual que narra la historia del ascenso y caída de un rockero ficticio llamado Jonathan Steel. The Idol, la antepenúltima canción del disco, es una baladita sensacional que pone los pelos de punta. Una de esas canciones que ablandan el corazón y nos ponen tiernos. De esas, sí. Pero de las mejores.