Hay que haber pasado una buena temporada helado en los confines de la Antártida, aislado en una cabaña de la campiña francesa o en el mismísimo núcleo de la tierra para no conocer a Iron Butterfly. Después de todo, nos encontramos ante una de las bandas más importantes del hard rock. Una banda con una canción completamente fundacional para el género. Una banda con un álbum entre los cuarenta más vendidos de todos los tiempos. Y una banda que marcó una época en la música rock. Hoy queremos profundizar un poquito más en su legado.
Historia de Iron Butterfly
San Diego. 1966. Cinco jóvenes se reúnen para formar una banda local a medio camino entre el rock psicodélico, el rock ácido y el hard rock. ¿Sus nombres? Doug Ingle, Ron Bushy, Jerry Penrod, Darryl DeLoach y Danny Weis. Cincuenta y cuatro años después, tan solo Ron Bushy continúa dentro del proyecto. Un proyecto que, aunque se resiste a morir, lleva sin parir nuevo material desde el año 1975. Es una historia extraña la de Iron Butterfly. Y, la verdad, no nos importa demasiado. Lo único que nos importa son aquellos primeros trabajos.
La discografía de Iron Butterfly
Como apuntábamos, la discografía de Iron Butterfly se congeló en el año 1975. Desde entonces se han sucedido los álbumes de recopilación y los álbumes en directo, pero ningún trabajo verdaderamente nuevo desde el punto de vista compositivo. Y es que Iron Butterfly siempre fue una banda muy peculiar. Sus permanentes disputas en el seno de la misma, la desaparición de uno de sus miembros, la muerte de algunos otros y la inconstancia la han marcado durante todas estas décadas. Con todo, sigue siendo una banda con un rincón especial en la música.
Iron Butterfly – Heavy
Publicado en el año 1968, tan solo dos años después de la formación de Iron Butterfly, Heavy supuso la entrada de la banda en el panorama musical. Un disco marcado por la sencillez armónica y melódica, pero que pone los cimientos del sonido que estaría por llegar. Pero no nos malinterpretéis: Heavy es, por sí mismo, un estupendo trabajo. No en vano, contiene temas del calibre de Iron Butterfly Theme, Unconscious Power, Possesion, Fields of Sun o You Can’t Win. Un álbum verdaderamente disfrutable.
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Iron Butterfly – In Gadda Da Vida
Ese mismo año, apenas seis meses más tarde, la banda californiana sacaría al mundo In-A-Gadda-Da-Vida. Pocas dudas hay acerca de que este segundo álbum es lo más influyente que Iron Butterfly publicó en aquellos cortos y productivos primeros nueve años de formación. Canciones como Flowers and beads, Are You Happy, My Mirage, Most Anything You Want, y, por encima de todos, el tema homónimo, suponen dosis del mejor rock psicodélico. Este último dura más de 17 minutos. 17 minutos de placer.
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Iron Butterfly – Ball
Pareciera que los integrantes de la banda estaban corriendo una maratón contra sí mismos. Y es que ese mismo enero de 1969 volvían a parapetarse en los estudios para sacar Ball, su tercer disco en menos de un año. Si eso no es productividad, nosotros ya no entendemos nada. Este es un trabajo continuista marcado por el mismo rock psicodélico y el mismo acid rock de siempre que cualquier otro álbum de Iron Butterfly. In the Time of Our Lives, Real Fright, Belda-Beast o In the Crowds son algunas de sus joyas.
Iron Butterfly – Metamorphosis
Una vez más, Iron Butterfly volvía a sacar nuevo trabajo tan solo unos meses después. Cuarto disco en apenas un año y medio. Una cifra espectacular. Es cierto que luego estarían cinco años sin nada nuevo hasta el Scorching Beauty y el Sun and Steel de 1975 y que, desde entonces, sequía absoluta, ¡pero qué primeros años! Con el cuarto álbum, Metamorphosis, hicieron honor al nombre y desplazaron ligeramente su estilo del rock psicodélico al más puro hard rock, aunque conservando el rollito happy flower. Y a ti, ¿cuál te mola más?
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