Quienes hayan visto alguna vez Ciudad de Dios, cinta cumbre de la cinematografía brasileña dirigida por Kátia Lund y Fernando Meirelles, conocerán de primera mano las dificultades de muchos niños y niñas en las regiones más pobres de Brasil. Allí, concretamente en Belo Horizonte y entre guitarreos y aporreos de batería amateurs, se criaron Max Cavalera e Igor Cavalera. En aquel entonces nadie, solo unos niños. Pero muchos años después, y por suerte para todos nosotros, los fundadores de la banda Sepultura. Que no es poca cosa.
Todo comenzó, según los biógrafos, cuando Max decidió investigar entre la vieja colección de vinilos de su padre recién fallecido. Quería conocerlo más, y se encontró a sí mismo. Porque aquellos álbumes de Led Zeppelin y de Black Sabbath, míticos donde los haya, despertaron la vena musical de Max. Y la de Igor. Comenzaron a aprender de manera autodidacta a tocar sus instrumentos. El interés por el hard rock fue derivando en un interés mucho más profundo por bandas thrashmetaleras como Slayer, Sadus, Sacred Reich o Motörhead.
Poco tiempo después, Sepultura se convertía en la banda de thrash metal más importante de la historia de Brasil, así como una referencia planetaria del género. Hubo altibajos en el camino. Y diferencias. Y divisiones. Pero hoy nadie puede negar la importancia de la banda creada por los hermanos Cavalera. Vamos a profundizar un poco para descubrir cuáles son, para nosotros, los mejores álbumes de la discografía de Sepultura.
Sepultura – Beneath the Remains
Tras unos Morbid Visions y Schizophrenia donde, como en los discos fundacionales de casi todas las bandas, había más de sus músicos referencia que de ellos mismos, los chicos de Sepultura esculpirían Beneath the Remains. Este tercer álbum es, sin ninguna duda, el punto de partida del verdadero sonido de la banda brasileña. Por eso está considerado uno de los álbumes top del thrash metal no estadounidense. Una auténtica maravilla.
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Sepultura – Arise
Publicado inmediatamente después que Beneath the Remains, Arise representa un pasito todavía más allá para la banda creada por los hermanos Cavalera. Sigue siendo trash metal, sigue siendo Sepultura, pero hay elementos innovadores flotando alrededor de todo el álbum: samples, toquecitos a metal industrial, recuperación de aires hardcore punk que tanto gustaban a la banda en sus comienzos e incluso una atrevida incursión en la percusión latina. En definitiva, experimentación.
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Sepultura – Chaos A.D.
Chaos A.D. fue una especie de escalón polémico para Sepultura. Elevaron claramente sus sonidos hacia un metal más pesado, pero incorporando también ritmos brasileños. Una combinación que era toda una declaración sobre Sepultura: había que cambiar para no estancarse. Esto, por supuesto, generó división entre los fans de la banda. Pero la crítica internacional lo ha tenido muy claro desde entonces: este quinto álbum es una de las cumbres del metal.
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Sepultura – Roots
La orientación discreta hacia los ritmos brasileños que tuvo lugar en Chaos A.D. muta en una orientación mucho más evidente aquí. Es más, en varias canciones de este Roots de Sepultura podemos escuchar al percusionista brasileño Carlinhos Brown haciendo sus diabluras. Sin duda, una de las joyas de la banda. Y, por desgracia para la música, también la última joya en la que participaría su Max Cavalera. Decidió marcharse a otros proyectos.
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Sepultura – Kairós
En este álbum no estaban ya ni Max Cavalera (abandonó el barco en 1996) ni Igor Cavalera (hizo lo propio en el año 2006). Al mando de Sepultura quedaba Paulo Junior, único integrante original. Era 2011 y las influencias y sonidos de la banda había evolucionado ya mucho. De hecho, en este Kairos de Sepultura los ritmos y melodías bailan entre el trash metal fundacional y el groove metal. ¿Distinto? Sí. ¿Maravilloso? También.